El séptimo trabajo que Euristeo
encomendó a Hércules fue capturar y llevar ante él a un toro blanco que
expulsaba fuego por la boca que estaba dañando las cosechas en Creta.
Este toro era el mismo que el dios
Poseidón, enfurecido, había hecho aparecer cuando el rey de Creta, Minos, le
prometió que sacrificaría para él aquello que saliese del mar. A Minos le
pareció muy hermoso y lo incluyó en su rebaño como uno más. Esta reacción
enfureció más al dios y, por ello, hizo que Pasífae, la esposa del rey de
Creta, se enamorase tanto del animal que llegase a engendrar un hijo con él: el
Minotauro. Además, hizo que el toro enloqueciese.
Hércules se dispuso a realizar el
trabajo que se le había encargado, y el rey Minos se ofreció a darle ayudas,
pero este no estuvo dispuesto a aceptarlas y quiso enfrentarse él solo al
animal. Consiguió capturarlo y, montado en él, dirigirlo a Micenas junto a
Euristeo, quien lo ofreció a la diosa Hera. La diosa, negándose a aceptar
ningún regalo que supusiese la gloria de Hércules, lo rechazó. Euristeo liberó
al toro, que llegó hasta la llanura ática de Maratón, de donde Teseo lo
llevaría a Atenas como sacrificio a la diosa Atenea.
Actividades:
1. ¿Cuál es el origen
del toro al que Hércules ha de atrapar como encomienda por parte de Euristeo?
2. ¿Qué estragos
producía el toro en Creta?
3. Para hablar de este
séptimo trabajo ha sido necesario referirnos a la historia del Minotauro. Busca
más información sobre ella para comentarla también en clase.
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